INCREÍBLE
La humedad ocasiona un milagro cerca del marLas lomas áridas se convierten en un paraíso.
Visitando las Lomas de Asia
Este paraíso se ubica en la provincia de Cañete, departamento de Lima, Perú.
Las Lomas de Asia comprenden un área desértica de aproximadamente 10,000 hectáreas, ubicada entre 270 y 890 m.s.n.m. Entre las estaciones del invierno y primavera se cubren con una vegetación estacional debido a la humedad de la niebla marina. Así se transforman en un paraíso lleno de vida.
Actualmente, las lomas están cercadas y en proceso de reforestación bajo la protección de la Comunidad Campesina de Asia. Esta comunidad organiza circuitos turísticos, controla el flujo de visitantes, capacita a guardaparques comunales, orientan, difunden y cuidan la zona. De esa forma, investigadores, amantes de la naturaleza y caminantes pueden admirar el esplendor de este milagro verde.
Ver RUTA en las Lomas de Asia (YouTube)
En las lomas de Asia existen especies arbóreas como la tara y el huarango. Pero también abundan las flores de amancaes, ortigas, tabacos, chaves, malvas, oreganillos, manzanillas, hierbablancas, sanjuanitos, begonias, cactus, entre otras especies endémicas.
Las colinas, normalmente áridas y resecas, se convierten en jardines coloridos gracias a la humedad que llega con las neblinas que traen los vientos alisios. Aquí no llueve, pero la persistente presencia de la neblina es suficiente para que renazca la vida en este desierto, al menos antes de que la chamusque el sol del verano.
Por otra parte, los primeros registros de aves se realizaron el 7 y 8 de febrero del 2015, durante la estación seca. Se registraron 37 especies de aves distribuidas en 19 familias, entre ellas los endémicos pampero pico grueso, pampero costero, canastero de los cactus y el chirigue de Raimondi.
Los primeros brotes de vida no tardan en aparecer a principios de junio. Una de ellas son las flores de amancaes. Sus bulbos, escondidos bajo tierra sorprenden creando un espeso manto verde que lo cubre todo y confiere al lugar una atmósfera casi mágica. Pero el verdadero espectáculo ocurre cuando sus amarillas flores se apropian del paisaje.
Cuando se camina por las colinas, rodeado por el canto de cientos de aves, es difícil imaginar que en solo unos meses aquí habrá solo algunas briznas de hierba seca sobre el arenal. Sus coloridos paisajes dan lugar, con el paso de los días, a las olorosas flores de tabaco silvestre, a las chinchircumas anaranjadas, ortigas amarillas y campanillas de tonos púrpura y rosado.
Es el milagro de las lomas de Asia. Con la llegada del sol de verano las flores desaparecen llevándose el abrigo amarillo que contrastaba con el azul del cielo. La vida continuará, pero bajo tierra. Los bulbos, repletos de humedad con el agua de las neblinas invernales, lograrán sobrevivir a los largos meses de escasez que les quedan por delante. Las semillas, por su parte, aguardarán las condiciones ideales para germinar.
Y el silencio reemplazará una vez más el canto de los pamperos y lechuzas en las lomas de Asia. Hasta el año que viene.
(Adaptado de Conservamos por naturaleza)
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